DÍA 11 (10-12-2016): RUTA HACIA MONTEVERDE. COCODRILOS EN EL RÍO TÁRCOLES.
Emprendemos el viaje hacia Monteverde, casi 4 horas de un paisaje maravilloso en las que tan solo paramos para ver los enormes cocodrilos de río Tárcoles. El puente sobre el rio Tárcoles se encuentra en la Carretera 34 o Costanera Sur, a la altura del Parque Nacional Carara. Este puente es un mirador de enormes cocodrilos americanos.
A medida que nos acercamos al río por la carretera, vemos que empieza a haber tiendas de souvenirs. Hay tiendas que venden cosas relacionadas con cocodrilos y por ello también intuimos que estábamos cerca. Los coches paran en un lateral de la carretera antes o después de llegar al puente.
Desde el puente se pueden ver multitud de enormes cocodrilos a ambos lados de la carretera, entre las aguas marrones del río Tárcoles y en la orilla. Los cocodrilos están en total libertad y se supone que en su hábitat natural. Lo de que estén en su hábitat natural en cierto modo lo dudamos, ya que hay empresas que ofrecen tours para verlos y les interesan que esté la zona llena de ellos. También vimos algún vídeo por internet en el que les daban pollos, por lo que creo que es cuestionable que no les alimenten.
Aun así, merece la pena asomarse a verlo, sobretodo si pasas por esa carretera. Es increíble ver tantísimos cocodrilos juntos en un entorno natural.

Cocodrilos en el Río Tárcoles.

Cocodrilos en el Río Tárcoles.

Puente sobre el río Tárcoles.
LLEGADA A MONTEVERDE
Monteverde se caracteriza por tener un clima súper húmedo, están todo el día como en una nube, pero es que ese día llovía muchísimo. Habíamos reservado hora para hacer el canopy con Monteverde Extremo Park, pero llegamos allí y no paraba de llover. Como pensábamos estar en Monteverde dos noches, no tuvieron problema en cambiarnos la reserva para el día siguiente. Teníamos la esperanza de que al día siguiente lloviera un poco menos y si no, lo haríamos lloviendo. Deben de estar muy acostumbrados a ese clima, porque todos hacían el canopy lloviendo como si no pasara nada. Realmente nuestra preocupación no era mojarnos, sino no ver nada con la lluvia y la niebla.

Vistas desde el pueblo de Santa Elena, Monteverde.
Pasamos el día esperando a que parara de llover y paseando a ratos por algunos caminos cercanos al alojamiento. Habíamos reservado noche en Mar Inn Costa Rica, afortunadamente desde allí podíamos ir andando a cualquier lugar del pueblo de Monteverde. El chico de la recepción del alojamiento nos indicó unas pequeñas rutas que podíamos hacer.
Cenamos en Sabor Tico, comida típica costarricense a muy buen precio. Repetimos al día siguiente porque nos pareció muy bueno cantidad, calidad y precio.
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